Alberto Balderas Reyes fue un matador de toros mejicano, nacido en México el 8 de octubre de 1910, y que murió con 30 años un 29 de diciembre de 1940, de la cornada que el toro “Cobijero”, de la ganadería de Piedras Negras, le dio en el hígado y que se lo partió en dos.
Alberto Balderas provenía de una familia acomodada y culta. Su padre, reputado director de orquesta, quería otra profesión para su hijo, que se empecinó en ser torero. Toda la familia estaba en contra pero, la fuerte afición del joven pudo más que las fuertes disputas familiares, porque lo que a él le hacía feliz de verdad no era ni la música ni la abogacía... sino torear. Y logró ser el novillero más famoso de todo México. En 1929 viene a España donde logra triunfar primero en Madrid y más tarde en Sevilla, donde un18 de mayo de 1929 dejó entre los aficionados sevillanos su firma de toreo artista, fino y valiente. Aquel día en Sevilla hizo una faena perfecta, que los que la vieron aun la rememoran. Toreaba con él ese día su paisano Juan Solórzano y lidiaron ganado de Guadalest. Este triunfo de Balderas tuvo una gran repercusión en toda España, tanto que le predispuso a tomar la alternativa de manos de Manuel Mejías “Bienvenida” el 19 de septiembre en Morón de la Frontera, actuando Andrés Mérida de testigo. Balderas seguía entusiasmando a la afición y confirma la alternativa en Madrid un mes más tarde de manos de Cayetano “El Niño de la Palma”.
Vuelve a su país a reencontrarse con el éxito y se anima en 1934 a venir de nuevo a España donde sólo pudo torear 3 corridas, por lo que triste y desengañado regresa a México, donde ya es considerado una gran figura del toreo. Su estilo estaba lleno de filigrana con reminiscencias de Gaona, admirado por Balderas hasta la idolatría. Allí en México compite durante años con los mejores, con Armillita, Solórzano, Garza, “El Soldado” y hasta con Silverio.
En la plenitud de su carrera es contratado para torear el 29 de diciembre de 1940 en la Plaza de El Toreo en México, un mano a mano con José González “Carnicerito”, con ganado de Piedras Negras. Corta la oreja a su primer enemigo, el segundo de la tarde, que incluso llegó a romperle la taleguilla con los pitones sin llegar a herirlo. Ahí seguramente comenzó Balderas a morir un poco, ya que si hubiera resultado herido de este percance hubiera pasado a la enfermería y se hubiera salvado. Balderas recibe la oreja, da la vuelta al ruedo y regresa al callejón para remendarse el traje maltrecho mientras “Carnicerito” lidia al tercer toro. Alberto Balderas sale de nuevo al ruedo. “Carnicerito” está brindando ya la muerte de “Cobijero”, que así se llamaba el toro. El toro mira a “Carnicerito” y Alberto mueve su capote para que lo mire a él. “Cobijero” lo mira... y se le arranca como un rayo. Atropella a Balderas y se lo echa a los lomos. El toro se revuelve, baja la cabeza un punto, tomando impulso, para darle otro derrote, momento en el que Balderas cae hacia los cuernos del animal y el toro consuma un fuerte derrote, un hachazo limpio y seco que deja sin aliento la plaza y que le parte al torero el hígado en dos además de la arteria hepática. El toro vuelve a aupar al torero mexicano como si quisiera ponerlo de pie ya hecho un guiñapo. Ese fue el momento más dramático. Balderas salió braceando con la muerte a cuestas, cayendo de bruces sobre la barrera. Murió en el acto.
Amigo Zubi, resaltas tanto, la enfatizas tanto, te recreas tanto en la tragedia de Balderas que se le pone al lector la carne de gallina... Una vez más afloran esas dotes a las que aludes en la contestación a mi comentario de tu post anterior.
ResponderEliminarPor cierto, El Mayoral procede del ámbito de los afines a Jose Luis Moreno. Si repasas los comentarios en el blog "Jose Luis Moreno torero de Córdoba" me encontrarás visiblemente, asomando las narices por estos espacios. Lo mío no es ser bloguero: soy un pobre comentador con una afición común a la vuestra: estoy unido al mundo del toro y su tauromaquia. Tampoco tengo dones especiales para la obstención de "la pela".
Un saludo y gracias por tus
agradecimientos.
Ya esta hiombre ya te he visto. Gracias por la información. Yo soy a muerte de José Luis Moreno. Están cometiendo barbaridades con él en Córdoba y yo las denuncio le duela a los Cantamañanas lo que le duela. Por cierto amigo, mañana cuelgo la historia de una dinastia de hermanos mexicanos que es la leche. Estate pensiente a mañana que va. Gracias por seguirme de nuevo y la verdad....no puedo evitar escribir así. Nuestra lengua tiene tantas posibilidades, tantos matices que a mi me resulta muy claro como debo de contar las cosas. Porque si lo miras bien yo soy un contador de historias verdaderas que han pasado y las cuento con el orden adecuado y la estrategia adecuada para cautivar al lector. Si te gusta mi estilo vas a disfrutar conmigo pues tengo un ejercito de reportajes que he publicado en La Montera y han pasado desapecibidos en Córdoba, una ciudad muy dificil, que como una mujer morena y guapa es muy dificil de conquistar.Un saludo
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