jueves, 11 de marzo de 2010

REFLEXIONES Y VIVENCIAS EN TORNO AL “CURRISMO” (5ª parte)


Por El Zubi

Pero quiero contarles también, como conseguí llegar a la felicidad plena gracias a la afición al toreo de Curro. Miren ustedes, en esta vida descubrir algo que te puede llevar a la felicidad es la meta de cualquier humano. Lo que ocurre es que unos lo consiguen y otros no.  Hay personas a las que les cuesta mucho trabajo llegar a este estado de ánimo: ser feliz.  Casi todas las personas recordamos nuestra infancia como la época más feliz y mágica de nuestras vidas. Digamos que esa etapa de nuestras vidas es la más lúdica y mágica. Con cualquier tontería de juguetillo podíamos ser las criaturas más felices de la tierra. Aquel olor mezcla de plásticos, latón y pintura…que tenían los juguetes en nuestra época, que nos inundaba el corazón de gozo cuando los olíamos mientras jugábamos con ellos… Después nos hacemos mayores y todo cambia. Las personas mayores somos  más aburridas. Nos hacemos mayores y sólo pensamos en las mujeres (y las mujeres en los hombres), en el sexo, en el dinero, en los negocios, en los coches, en las copas, en el trabajo... pero nada de eso nos llena de felicidad ni nos proporciona aquella magia como un juguete cuando éramos niños. Es como si hubiera desaparecido por completo de nuestras vidas  aquel sentido lúdico que nos inundaba de alegría continuamente, aquel “Paraíso Perdido”. Nos descuidamos y perdemos la perspectiva de algunas cosas sencillas que son las que en realidad nos proporcionan la felicidad. Porque la felicidad, se encuentra en las pequeñas cosas.  Pensamos que un multimillonario tiene más posibilidades que cualquiera de nosotros de ser feliz y es una equivocación, porque la felicidad es muy barata. Su precio puede oscilar entre las 0 a las 15 o 20.000  pesetas de las de antes.  Permítanme que les cuente cual era mi receta, porque en ella, como no, también se encuentra mi afición a Curro Romero.
 En esos últimos años en la carrera del viejo maestro, hay varios hechos que a mí me hicieron inmensamente feliz. El más lejano fue el que ocurrió el sábado 17 de abril de 1999.  Aquella tarde el maestro Curro Romero convirtió la Mestranza en un auténtico manicomio. Menos mal que aquella corrida fue televisada por Vía Digital y lo pudo ver mucha gente en España, porque lo que allí ocurrió era difícil de explicar. La cosa es que aunque la corrida fue televisada por Vía Digital, la vivencia artística no es igual que estando allí en la plaza. Por televisión se pierde yo creo lo fundamental, que es el alma del momento y el auténtico ambiente. Había que estar allí para vivirlo. Aquello fue la “locura desatá”, el arte saliendo a borbotones hasta por las bisagras de la Puerta del Príncipe.  Al día siguiente, el diario El País, en su edición nacional del domingo, abría en primera página a cuatro columnas, con el triunfo de Curro en Sevilla. Lo mismo hizo el ABC, o El Correo de Andalucía. Tomen nota: un torero de 67 años era noticia de portada  a cuatro o cinco columnas en todos los periódicos nacionales más importantes, a causa de su actuación una tarde de toros en Sevilla.
 Otro hecho memorable fue un año después en Badajoz. Ese toro que Curro cuajó en Badajoz fue indescriptible. Su triunfo en Baeza en el 99 fue algo importante. Las citas en Antequera en el 98 y 99 fueron muy importantes también. De la corrida del 99 en Antequera recuerdo media verónica de Curro Romero tan lenta, que duró una eternidad. Allí logró Curro para de nuevo el tiempo. Recuerdo que mi amigo Pepe Castro, un currista empedernido como yo que estaba a mi lado, me dijo como una sentencia: “eso es lo que tiene Curro, que parece que hipnotiza a los toros. Cuando él se retire, esto ya no hay quien lo haga”. Media verónica valió más que la corrida entera. Además es que no recuerdo ya ni con quien alternó aquella tarde, sin embargo nunca se borrarán de las retinas de mi memoria aquella media verónica de ensueño.
  Pero la corrida de toros más preciosa, emotiva y artística que  yo jamás he vivido fue la del jueves 18 de mayo de 2000 en Jerez, unos meses antes de su retirada.  El cartel era de “campanillas”: Curro Romero, Rafael de Paula y Finito de Córdoba. Ganado de  Juan Pedro Domecq.  Todo era perfecto.
(Continuará mañana)

4 comentarios:

  1. Gran post Zubi como siempre! Es un placer leerte.

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  2. Pásate, Rafael, por el blog de Moreno. Allí, en el post de hoy, encontrarás un enlace que te llevará a ver algunos de los "adolfos" de la corrida de mañana en Valencia. Tienen todos unas pavorosas defensas... ¡Son de miedo...!

    Tu entrada de hoy también la he leido. Me has transportado a la niñez con los "olores a cartón y a pintura" de aquellos juguetes, improvisados en su mayoría, que te colmaban de una felicidad que son incapaces de conseguir los sofisticados e invasores juguetes de hoy...

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  3. Gracias amigos por vuestros comentarios. Amigo Felíx sabia que eso de los olores de los juguetes te iba a dar un pellizco en la memoria...a mi me pasa siempre, cuando recuerdo aquellos olores tan llenos de magia y emoción. Lo de Curro fue una pasada y eso lo llevamos en el cuerpo los que hemos sido curristas y lo hemos podido disfrutar. Un abrazo a los dos

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  4. Por cierto....Mayoral....ya visité ayer el portal de Moreno de Pilar Fuentes y estuve viendo los toros de Adolfo Martín. Tengo la corrida comprada ya y la veré en la televisión. También tengo interes por ver a tu hijo en acción. Hoy es un dia grande. Un fuerte abrazo y ojala triunfen Moreno y Felix Jesús.

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