CORTÓ DOS OREJAS QUE PUDIERON SER CUATRO SI NO FALLA A ESPADAS
Plaza: Alcalá la Real ( 23-9-2011).
Ganado: cinco toros del marqués de Jódar y Ruchena, muy bien presentados, bravos y nobles, pero con las fuerzas justas. El mejor, el lidiado en tercer lugar.
Luis Valdenebro: tres pinchazos echándose el toro apuntillándolo la cuadrilla (silencio).
Andrés Luis Dorado: tres pinchazos arriba, media estocada y dos descabellos ( vuelta al ruedo tras petición de oreja) y estocada baja ( dos orejas tras y de rabo).
Javier González: tres pinchazos y estocada ( oreja) y tres pinchazos ( oreja).
Incidencias: La plaza registró tres cuartos de entrada en tarde agradable. Dorado y González salieron a hombros.
He visto a Dorado varias veces esta temporada y todas las tardes ha dejado una tarjeta de visita más que digna y encomiable. Incluso en Lucena donde se topó con un lote imposible, estuvo por encima de sus dos toros. Ayer en Alcalá la Real volvió a aparecer el gran Dorado realizando faenas con mucha enjundia y sabor, viéndose un torero muy solvente y capaz. Bien es verdad que a su primero, justito de fuerzas, la labor hubo de ser de enfermero para evitar que el animal doblara. Lo recibió con tres largas cambiadas para salir veroniqueandolo hasta el centro del ruedo, y eso ya fue un aviso de lo que vendría después. Con la muleta, a media altura, supo conectar con el tendido por la elegancia de las series que le ejecutó por ambas manos. Labor de buen regusto que malogró con la espada. La vuelta apoteósica al ruedo le animó, sin duda. El quinto, un animal con más fuelle, permitió a Andrés Luis realizar una faena compacta y maciza con series de excelente factura por ambos pitones, rematadas con soberbios pases de pecho. La música sonaba y el público jaleaba las series con las palmas echando humo. La espada entró a la primera y paseó en olor de multitud las dos orejas. En este toro firmó una larga cordobesa de cartel.
Javier González, torero local, encontró en su primer enemigo un colaborador magnífico. El muchacho hizo todo cuanto pudo, decisión y entrega no se le pudo negar, pero la faena no levantó vuelo a pesar de intentarlo por ambas manos con un toro noble y bravo que le dio una voltereta sin consecuencias. De haber tenido más oficio y experiencia, estaríamos hablando de un gran triunfo. El quinto ya fue otro cantar, el animal mas complicadillo apenas le permitió cuajar faena con algún pase para el recuerdo. No obstante los paisanos no dejaron de animarle toda la tarde.
Abría el festejo el rejoneador Luis Valdenebro que clavó banderillas, largas y cortas, y toreó muy bien de costado a su antagonista. Con el rejón de muerte no estuvo fino y la cuadrilla le “echó un capote”.
En resumen, un gran Dorado que no alcanza, a pesar de su calidad, a encontrar el sitio que por derecho propio le corresponde. No debemos olvidar que estamos ante un buen torero, si señor.- L.R.G.-