EL AFICIONADO JUAN JOSÉ BARBUDO CUAJA UNA EXCELENTE ACTUACIÓN ANTE UN BRAVO EJEMPLAR DE JULIO DE LA PUERTA
Estamos próximos a unas fechas donde cumplimos gustosamente con la tradición de regalar: los hacemos en Navidad, Nochevieja, Reyes….El cariño se demuestra, rezan los slogan comerciales, con un buen regalo. Y esta tarde en Los Califas el joven aficionado Juan José Barbudo ha disfrutado ( y nos ha hecho disfrutar) de un extraordinario regalo. El joven ha terminado brillantemente la carrera de Magisterio en la especialidad de Educación Física y sus padres, sabiendo de su desmedida afición por la Fiesta de los Toros ( fue antiguo alumno de la Escuela Taurina de Córdoba) le han obsequiado con una fiesta campera en la plaza de Los Califas. Testigos del evento poco mas de cien personas entre familiares y amigos que no pararon de alentarle y ovacionarle durante toda la faena.
Se soltó un bravo y noble becerro de Julio de la Puerta que dio un juego magnífico. Nunca se cansó de embestir. Quizás se le dieran más de doscientos pases y el animal iba a mejor. Desde el recibo con el capote, a pies juntos, ya se pudieron vislumbrar las cualidades del animal. Y ante semejante bombón solo cabía una cosa: torear bien. Y Juan José lo hizo, Series por ambas manos con gusto y gracia, rematadas con ajustados pases de pecho que pusieron a los “aficionados” de pie.
En el obligado paréntesis taurino, entre temporadas, es muy gratificante presenciar espectáculos como el vivido hoy. Se mata el gusanillo y se disfruta de buen toreo.
Una certera estocada rubricó la larguísima faena y Juan José fue paseado a hombros con los máximos trofeos en sus manos.
Y como colofón un exquisito arroz cordobés, que esta tarde supo a gloria.- L.R.G.
Se soltó un bravo y noble becerro de Julio de la Puerta que dio un juego magnífico. Nunca se cansó de embestir. Quizás se le dieran más de doscientos pases y el animal iba a mejor. Desde el recibo con el capote, a pies juntos, ya se pudieron vislumbrar las cualidades del animal. Y ante semejante bombón solo cabía una cosa: torear bien. Y Juan José lo hizo, Series por ambas manos con gusto y gracia, rematadas con ajustados pases de pecho que pusieron a los “aficionados” de pie.
En el obligado paréntesis taurino, entre temporadas, es muy gratificante presenciar espectáculos como el vivido hoy. Se mata el gusanillo y se disfruta de buen toreo.
Una certera estocada rubricó la larguísima faena y Juan José fue paseado a hombros con los máximos trofeos en sus manos.
Y como colofón un exquisito arroz cordobés, que esta tarde supo a gloria.- L.R.G.
menudo chalao mas gordo...no le daran verguenza haberle cecido la plaza de cordoba para hacer tan grandisima barbaridad y charlota...como esta le patio...
ResponderEliminarLa afición hay que refrescarlo de vez en cuando, eso es tan fuerte como el agua para la sed, solo que sin beber puedes estar poco tiempo, sin torear no se puede pero se aguanta por qué no hay "otra".
ResponderEliminarYo no creo que sea un chalao por torear a puerta cerrada en Los Califas. Si su familia tiene dinero para poder hacerlo ¿por que ha de ser malo?. Cada uno con su dinero hace lo que quiere...y si encima el chaval tiene una afición muy fuerte no veo por qué no va a poder encerrarse en Los Califas. En fin...es lo que decía Rafael El Gallo: "hay genbete pa tó..."
ResponderEliminarPerdona pero el dicho es del Guerra...aunque muchos se lo atribuyen al Gallo(Rafael)
ResponderEliminarme parece fenomenal que cada cual haga con su dinero lo que le apetezca,pero por lo menos que se vista en condiciones.Me parece una falta de respeto para el toreo y los profesionales ver a alguien vestido de esa manera en una plaza por donde han pasado tantisimas figuras del toreo y dignisimos toreros.Si tiene dinero por lo menos que parezca un torero aunque no lo sea.Espero ver a algun chaval que quiera ser torero toreando a puerta cerrada en Los Califas aunque creo que sera dificil que le den permiso.
ResponderEliminarQuerido amigo, creo que andas equivocado en lo que se refiere al dicho de "hay gente pa tó" y si es esta frase de El Guerra o de El Gallo. José María de Cossión que era muy amigo de el Divino Calvo invitó en una ocasión a Rafael el Gallo al cafe madrileño de Lyon d'Or a la tertulia que allí mantenia todas las tardes, ya que uno de los tertulianos, José Ortega y Gasset, indigne filósofo y pensador español quería conocerlo. Rafael acudió a la cita con José María de Cossío y el maestro Ortega y Gasset puso conocerlo y hablar con él, aunque el torero apenas si habló en aquella reunión de intelectuales. Despues de mas de una hora de estar allí sentado, le pidióa a Cossío que le aocmpañara al estanco a comprar unos puros. Fue al salir del establecimiento y en el momento de encenderse un enorme puro, cuando el Gallo le preguntó a Cossío:
ResponderEliminar-Don José María, este hombre (refiriendose al filósofo) qué ofisio tiene...
José María de Cossión le respondió:
- José Ortega y Gasset es filósofo... y muy importante.
Y ahí fue cuando al Divino Calvo le vino la inspiración u dijo poniendo los ojos casi en blanco: ¡"Osú....hay gente pa tó".
Rafael Guerra que también fue muy ocurrente, nunca conoció a José Ortega y Gasset, aunque si mantuvo una gran amistad con el Rey Alfonso XIII cin quien se iba mucho de cacería a Andujar. Espero haberle sacado, amigo lector, de la duda y equivocación en la que empecinadamente se mantiene.