DOS TOROS INDULTADOS, DOCE OREJAS Y TRES RABOS BALANCE DE UN FESTEJO EXCESIVAMENTE POPULISTA
L.R.G.
Ganado. Dos toros para rejones de Luis Terrón, bien presentados y bravos y cuatro de Zalduendo para lidia ordinaria, de aceptable presentación, con las fuerzas justas, colaboradores y nobles. Mejores 5º y 6º indultados.
Hermoso de Mendoza: rejón (dos orejas y rabo) y rejón (dos orejas).
Rivera Ordóñez “Paquirri”: estocada trasera y tendida (dos orejas) y dos orejas y rabo simbólicos al indultar a su segundo oponente.
David Fandila “El Fandi”: estocada (dos orejas) y dos orejas y
Dos orejas y rabo simbólicos al indultar al que cerraba plaza.
Incidencias: más de tres cuartos de público en tarde de calor soportable. Los tres actuantes salieron a hombros. Al terminar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por las víctimas del 11 M en el décimo aniversario.
Una alegría ver los tendidos de la plaza de Belmez casi llenos. Mas allá de este apunte, la tarde ha tenido su guasa. Dos indultos, doce orejas y tres rabos dan para mucho, máxime cuando los dos toros indultados hubieran recibido justo premio con sendas vueltas al ruedo. Más el de Paquirri que el del Fandi. Porque para indultar un toro se deben de conjugar en el animal todas las virtudes merecedoras para volver al campo y padrear, pero mucho nos tememos que el ganadero, aparte de la gloria que da este máximo premio, deje pastar a los dos toros sin más.
Y el caso es que el segundo toro de Rivera Ordóñez (de nombre Togado y marcado con el número 22) era un buen toro. Repetidor y noble, que humillaba cada vez que el torero le presentaba la franela, pero que en la suerte de varas solo recibió un puyacito. O sea que no se vio en el caballo la bravura suficiente que acreditara su pasaje a la dehesa. Por su parte si vimos a un Paquirri muy en torero, entregado, relajado, toreando con mano baja y templando la boyante embestida del noble animal. Ni se sabe las series que le enjaretó por ambas manos, incluso mirando al tendido, y el toro siempre embelesado con la muleta, y cuando el presidente sacó el pañuelo naranja, aún tenía el animal más cuerda. Un buen toro, sí señor, pero el indulto…
En su primero, muy anovillado, consiguió Rivera tandas de buena factura, sobre todo con la derecha, pues cuando se echó la franela a la izquierda el animal no respondía igual. En ambos, estuvo decoroso con el capote y en banderillas más que discreto.
El otro indulto se produjo en el toro siguiente ¿Contagio? ¿Ambiente propicio?, pues puede que sí. Creo sinceramente que la mayoría de los espectadores se tomaron a broma este indulto. La Fiesta es un espectáculo, pero bochornoso no debe ser nunca. Eso hay que procurar evitarlo por todos los medios. A este animal de nombre Tolerante y marcado con el número 98, lo recibió El Fandi con dos largas cambiadas al hilo de las tablas para luego sacarlo hasta el centro del ruedo veroniqueando. Este toro tampoco dio la talla en el caballo donde recibió un leve picotazo. El quite por lopecinas calentó aún más al tendido que todavía festejaba el indulto del toro anterior. Con la muleta comienza de rodillas para enseguida erguirse y realizar una faena larga, pero exenta de fondo, con numerosos pases enrollándose el toro al cuerpo y sacando a relucir todo su repertorio, manoletinas incluidas, buscando el premio máximo, que vino de inmediato apenas montó la espada.
De su primer toro, recibido con una larga cambiada, destacamos un quite por chicuelinas. Ya con la franela, labor en el centro del ruedo basada en la derecha, pues a torear con la izquierda renuncia enseguida, al darse cuenta que el pitón del toro no era ese. En ambos toros banderilleó con su peculiar estilo.
Abría plaza el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza que realizó una labor impecable a su primer toro, animal muy colaborador que permitió al caballero navarro lucirse en rejones y banderillas largas y cortas. Faena elegante y exquisita que repitió en su segundo enemigo, aunque en este se dejó tocar a Pirata al colocar las banderillas cortas. Por lo demás excelente actuación de Mendoza que no defraudó a nadie.
En resumen el público se lo paso bien y la plaza de Belmez ha marcado un hito para la historia. Dos indultos, son dos indultos.
Creo que los dos indultos han sido más que excesivos. Ni se han picado los toros ni se les ha exigido de verdad en la lidia.
ResponderEliminarPor lo que ví en la paza, el verdadero artífice de los indultos -más del primero que del segundo, que éste fue una consecuencia casi necesaria del primero,para "empatar"- ha sido Ruiz Miguel desde su puesto de comentarista del Canal Sur TV. Qué pena que este señor, que fue un auténtico torerazo de valor en su momento, esté maleducando al público de esta manera.
Por otra parte, creo que el Presidente del festejo debería ser inhabilitado por su manifiesta incompentencia al aplicar el Reglamento. El art. 60 del Reglamento andaluz dice "cuando una res por sus características zootécnicas y excelente comportamiento en todas las fases de la lidia sin excepción y, especialmente, en la suerte de varas, sea merecedora del indulto, podrá concederlo la Presidencia del espectáculo , de manera excepcional ..." El mismo artículo, en su parte final, dice "Los Presidentes o Presidentas del espectáculo que incumplan estas prohibiciones o las condiciones reglamentarias para otorgar el indulto, podrán ser declarados no aptos para tal función por la Dirección General competente en materia de espectáculos taurinos , previa audiencia del interesado." Probablemente yo sea muy torpe, pero no ví la excepcionalidad de ninguno de los dos toros, y, por supuesto, tampoco ví la suerte de varas, ni buena ni mala.
Y finalmente, creo que el Asesor Toscano debería haber cumplido con su función de asesorar, y no limitarse a mostrar su complacencia con el público y el Presidente.
La Fiesta se defiende dignificándola y no tomándola a broma. ¿O es que, desde lo de La Maestranza de este año, todos queremos queremos tener un indulto en nuestra plaza?
Estoy absolutamente de acuerdo con usted en todo. Gracias por visitar mi blog y por dejar su comentario. Saludos
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